Es obvio que viajar es descubrir mundo y decubrirse a uno mismo. Viajar sirve para crecer y madurar en todos los aspectos. Viajar permite conocer otras culturas y convivir con otras personas que, como tú han decidido escapar de la rutina y han emigrado por un tiempo a aquel lugar que siempre habían imaginado. Un sitito en el que se respira paz, tranquilidad, alegría, donde queda olvidada la prepotencia, la inntolerancia, el estrés. El viaje es un reflejo de nuestros deseos más profundos, a través de él pretendemos cumplirlos, tratamos hacer realidad todos nuestros sueños. Imaginamos un mundo perfecto al que poder escapar para olvidar la realidad. Desafortunadamente, la prefección no existe y por ahora, debemos conformarnos simplemente con imaginarlo.

Sé feliz, haz locuras y piensa en positivo

La vida es una obra de teatro que no permite ensayos. Por eso canta, ríe, baila, llora y vive intensamente. Vive intensamente cada momento de tu vida antes que el telón baje, y la función termine sin aplausos. Vive buscando la felicidad en los pequeños detalles, siéntete libre y haz locuras, no debe importarte lo que piense el resto del mundo. Ya es hora de ser un poco egoísta y pensar un poco más en ti. Deja de lado todas tus preocupaciones y vive al límite. Sólo así recuperarás la fuerza, la vitalidad y el optimismo que antes te caracterizaban.

Si te sirve de algo, nunca es demasiado tarde o demasiado pronto para ser quien quieres ser. No hay límite en el tiempo. Empieza cuando quieras. Puedes cambiar o no hacerlo. No hay normas al respecto. De todo podemos sacar una lectura positiva o negativa. Espero que tú saques la positiva. Espero que veas cosas que te sorprendan. Espero que sientas cosas que nunca hayas sentido. Espero que conozcas a personas con otro punto de vista. Espero que vivas una vida de la que te sientas orgullosa. Y si ves que no es así, espero que tengas la fortaleza para empezar de nuevo.