viernes, 28 de junio de 2013

No te guardo rencor, pero creo que es imposible


Escribir lo que siento en cada momento me esta sirviendo de gran ayuda para darme cuenta de que ya no hay nada entre nosotros, de que lo máximo a lo que podríamos llegar sería una amistad. Y la verdad es que dudo que ni siquiera creo que lleguemos a eso. Es triste lo sé, y créeme que la idea no me gusta en absoluto pero es la realidad y cuanto antes la aceptemos mejor.


Todo el que me conozca sabe muy bien que no me gusta llevarme mal con nadie y tal vez sea esa la razón por la cual sentía esa necesidad de hablarte, de saber de tí. Es cierto que al principio de conocerte me encantabas, eras el chico perfecto para mí, cada vez que hablaba contigo estaba más contenta de lo normal, y por supuesto que habría salido contigo sin pensármelo dos veces aunque por otro lado me agobiaba la idea de una relación seria. Pero a día de hoy, después de todo lo que ha pasado, de lo que me has demostrado, de lo que me has contado y de todo lo que me he enterado, está clarísimo que para nada creo que seas el chico que me merezco, como tú mismo me dijiste. No sé si lo dirías por compromiso o no pero tenías toda la razón. No porque crea que tu seas mala persona sino porque después de todo no podría confiar en ti y acabaríamos peleándonos todo el día. Solo espero que algún día encuentres a la chica que te mereces al igual que también espero encontrar al chico que me merezco y, tal vez entonces podamos ser amigos de verdad. Aunque seguramente cuando ese momento llegue ya ni siquiera te acuerdes de mi, yo siempre me acordaré de ti.

domingo, 9 de junio de 2013

No lo olvides

Pasa el tiempo y parece que ya te has olvidado pero a mí aún me cuesta verte y no recordar los buenos momentos que pasamos juntos. Puede que parezca una tontería o que parezca una reacción exagerada pero para mi fueron importantes, para mi tú fuiste importante. Puede que te haya dado más importancia de la que te mereces pero es inevitable querer algo que sabes que no vas a tener.

A día de hoy me pregunto por qué aun sabiendo que ya no te importo sigo pensando que queda algo, sigo pensando que quizás con una pequeña charla podríamos arreglar las cosas y que todo volvería a ser como antes. Pero en el fondo sé que es imposible, que eso tan sólo es posible en mi mente, en mi imaginación.

Y no puedo evitar sentirme mal. Tal vez porque me he dado cuenta de que mi actitud de "pasotismo" fue la causa del fracaso de nuestra posible amistad. Puede que si me hubiera mostrado más receptiva o si de vez en cuando hubiera cedido un poco y te hubiera hablado, las cosas serían muy diferentes. Pero no fue así, por eso mismo ahora no tengo derecho a quejarme de que no me hagas caso, ya no tengo derecho a morirme de envidia si veo fotos tuyas con otras. El problema es que aun sabiendo todo esto cada vez que te veo conectado me gustaría poder vencer mi orgullo y hablarte pero luego me acuerdo de que es imposible que podamos ser amigos y me olvido de todo lo demás. 

Es una lucha eterna entre querer y no poder. Por eso he decido escribir esto, para recordarme a mi misma que no debo rayarme más, que lo pasado, pasado está y que hay que mirar hacia delante, hacia el futuro, hacia otra persona que me pueda hacer feliz y que me ayude a olvidarme de tí.