Todos sabemos que San Valentín es tan solo una fiesta que han inventado las grandes empresas para ganar dinero a costa de aprovecharse de la gente enamorada. Es una fiesta que sirve más para comprar todo tipo de artículos en forma de corazón o tarjetitas con frases cursis que expresan algo que la gente ni siquiera piensa. Cuando en realidad debería ser una fiesta para celebrar o demostrar el amor y cariño que sientes hacia esa persona tan especial en tu vida.
Bueno después de hacer esta crítica al consumismo fundamentado en excusas baratas tengo que decir que la rayada de la que hablaba en el post anterior continúa en mi cabeza. Y es que ya estoy desentrenada en esto del amor y me va a costar mucho acostumbrarme. Pero puede que merezca la pena así que adelante, sin mirar atrás y sin pensar demasiado en los futuros obstáculos.
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